La legítima defensa: ¿Existe una suficiente taxatividad legal?

Por Marcelo Nieto Di Biase

“Desde el punto de vista económico-social, la falta de recursos mínimos de subsistencia para algunos sectores sociales; la marginalidad; los efectos de la adicción a las drogas; la violencia asociada a la incesante ola delictiva; etc., tienen como contrapartida un incremento de medios de defensa por parte de los ciudadanos a fin de resguardar su vida, la de los suyos y sus bienes. Esto último, va de la mano con la insuficiente seguridad brindada por el Estado que impide al ciudadano gozar de un ambiente social seguro. Ante ello, el hombre común apela a distintos medios a su alcance para procurarse seguridad: instalando alarmas con sistemas de monitoreo; contratación de servicios de seguridad privada; y la adquisición de armas para su defensa. Y es en ese marco de pretendida defensa, donde en incontables oportunidades surgen hechos desgraciados, tomando preponderancia el concepto de la legítima defensa, y con ello sus alcances. En este trabajo se analizará el concepto de legítima defensa y el exceso en la misma, como así también intentar determinar si resulta suficientemente cumplido el requisito de máxima taxatividad legal, o existen otros factores que inciden en la interpretación de las normas involucradas.”

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Términos mencionados en esta doctrina: defensa, legítima, seguridad.